Hablemos. Tengamos dos conversaciones al mes y utiliza esas conversaciones para conocerte. Descubramos juntas lo que te impulsa a comer, mejora tu autoconcepto y tu autoestima. Aprovecha la conversación para darte cuenta de que puedes resolverlo, gana confianza y seguridad.
Imagina tener una conversación con alguien que te ve como una persona única, con una historia diferente y desconocida. Alguien que sabe conversar para que respondas a tus propias preguntas.
Yo me llamo Laura y tengo mi historia con el hambre emocional, pero, lo más importante, es que sé que tú historia es diferente. Mi trabajo no es aconsejarte, sino ayudarte a que te conozcas y tú misma decidas tu camino con tus recursos.
Cada día tiene 1.440 minutos y tú eres la única persona que ha estado contigo todo ese tiempo desde el principio. Creo que eres la mejor persona para revisarlos, aprender, conocerte y decidir qué quieres para ti en los próximos minutos, horas, días y años.
Cuando sepas qué significado tienen para ti tus emociones, te será más fácil convivir con ellas y conseguir que no te asusten ni te sobrepasen. Para eso es el coaching, para aprender y emprender.